Smarter People Through Interactive Digital Entertainment Resources

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El marujeo digital de nuestros jóvenes


La mayoría de los estudios e investigaciones constatan que el uso de las tecnologías digitales por parte de los y las adolescentes se realiza de acuerdo con sus necesidades (principalmente psicológicas y culturales) e intereses cotidianos.

La participación en la sociedad contemporánea significa algo más que la capacidad de tener acceso a información online seria o a referencias y aspectos culturales propios de los espacios educativos formales e institucionalizados. Para jóvenes y adolescentes, la habilidad para socializarse con sus iguales y hacer amistades es un componente clave de su crecimiento como seres humanos competentes. Desde este punto de vista, los espacios online ofrecen oportunidades para mostrar cuestiones relacionadas con la moda y el gusto, el cotilleo, el flirteo…

Según los investigadores de la Amsterdam School of Communication Research, el correcto desarrollo psicosocial de la etapa comprendida entre la adolescencia y la juventud depende en gran medida de la calidad asociada al desarrollo de los siguientes aspectos: la identidad, la intimidad y la sexualidad. Los adolescentes tienen que desarrollar un fuerte conocimiento de si mismos, necesitan estar seguros de quiénes son y qué quieren llegar a ser. También es importante que desarrollen cierto sentido de intimidad; necesitan adquirir habilidades que son importantes para formar, mantener e incluso concluir relaciones significativas con los otros. Por último, también necesitan desarrollar su sexualidad. Al menos necesitan (a) habituarse a los sentimientos y sensaciones relacionados con el deseo sexual, (b) definir y aceptar su orientación sexual, y (c) aprender como construir relaciones sexuales sanas, consentidas y honestas.

Para logar un correcto desarrollo de estos aspectos psicosociales, los adolescentes necesitan aprender dos habilidades importantísimas: cómo presentarse uno mismo a los demás y cómo compartir aspectos íntimos con los otros.

Las redes sociales amplían las capacidades y posibilidades para explicar aspectos de uno mismo o compartir sentimientos y experiencias con los demás, y acompañan a nuestros adolescentes y jóvenes en su desarrollo psicosocial de manera positiva. Las redes sociales online ofrecen a los adolescentes un espacio donde trabajar la identidad, el estatus y la toma de conciencia de las reglas sociales. Los adolescentes depositan parte de sus conocimientos y estados de ánimo en la red, y a cambio obtienen mayores cantidades de conocimiento y oportunidades de sociabilidad. El cotilleo o la charla pueden parecer actividades intrascendentes pero son actividades esenciales para estrechar lazos, reafirmar relaciones y mostrar alianzas o jerarquías.

La importancia de la charla online o el chismorreo digital recae también en la capacidad que tiene para potenciar procesos de empatía y espacios de confianza. El compartir a través de las redes sociales online genera espacios seguros y lazos de confianza que facilitan el intercambio. Las redes sociales (online y offline), por lo general, aportan espacios seguros en los que compartir nuestras experiencias y, frecuentemente, el compartir genera empatía y/o inteligencia interpersonal.

De una manera más o menos explícita, los investigadores actuales entienden estos espacios digitales como herramientas que posibilitan, amplían o potencian características propias de las relaciones sociales y de los individuos que viven en sociedad.

Hiperconectados

Locos por la comunicación

Los humanos tenemos una asombrosa capacidad, y necesidad, para acumular saberes, para almacenarlos y difundirlos. Nuestra habilidad para compartir información y nuestra capacidad para almacenarla son las piezas fundamentales del engranaje que ha permitido y permite nuestra evolución y transformación como especie.

Nuestro talento para la invención de multitud de herramientas y sistemas orientados a compartir información y conocimiento nos ha permitido desmarcarnos de las leyes de la selección natural como mecanismo básico de resolución de problemas que, implacablemente, determina la evolución del mundo animal y vegetal. Fue el Homo sapiens quién inauguró la carrera hacia la sociedad del conocimiento y la comunicación. 

Nuestra herencia genética fue diseñada como el primer sistema de almacenamiento de información y de comunicación que nos permitió sobrevivir a los neandertales. En palabras de Sebastià Serrano, “gracias al desarrollo del conjunto de habilidades comunicativas culminadas por el lenguaje nuestros ancestros pudieron construir un segundo patrimonio de informaciones y saberes mucho más ágil, adaptable y de evolución extraordinariamente más rápida que el genético”. 

La comunicación es el centro de la evolución humana y de su transformación constante. Aquello que nos hizo sapiens tiene que ver con estar con otros, participar con otros, escuchar a otros para transformar la realidad y a nosotros mismos. Todos los sistemas de comunicación humanos replican cada vez con mayor potencia nuestra capacidad como civilización de expandir y ampliar lo que sabemos a través del caminar en busca de los otros. Nuestra especie resuelve sus problemas, o por lo menos lo intenta, gracias a la asombrosa, por no decir demencial, capacidad para acumular saberes, para almacenarlos y difundirlos.

Sigue leyendo en COMeIN Revista de los estudios de información y Comunicación de la UOC

Si no aprendes, no juegas


Diario Expansión 10/11/2015


Aprender es un requisito básico para jugar a videojuegos: si no aprendes no juegas. Desde este punto de vista, los videojuegos son máquinas de aprender que nos proponen retos y que tienen la capacidad para fomentar la concentración, el interés por el descubrimiento y el afán por mejorar nuestras competencias en el universo del videojuego. Los videojuegos favorecen un aprendizaje en el que el jugador es seducido para intentar superar un problema, para dedicarle cierto esfuerzo y finalmente conseguir algún éxito significativo. 

Pero no únicamente aprendemos a jugar sino que el propio acto de jugar a videojuegos nos permite mejorar nuestras habilidades y competencias digitales. El juego digital es un lugar privilegiado desde donde se trabajan diferentes y muy diversas habilidades intelectuales y creativas; desde donde se favorece la participación colaborativa a través de comunidades de fans de videojuegos o desde donde se socializan y estrechan vínculos y, al mismo tiempo, se generan redes de intercambio de información o espacios de discusión.

Sabemos y aceptamos que el juego (tradicional), en las primeras etapas de la educación es una herramienta básica de aprendizaje social y cultural. Aceptemos, pues, que el videojuego favorece un aprendizaje consustancial e inseparable de nuestra sociedad digital.

Proyecto en curso: CULTURA LUDICA, COMPETENCIA DIGITAL Y APRENDIZAJES (2015-2017)

Programa Estatal de Fomento de la Investigación Científica y Técnica de Excelencia, Subprograma Estatal de Generación de Conocimiento, convocatoria 2014, modalidad 1: Proyectos de I+D (2015-2017)
Referencia: CSO2014-57305-P
IP's: Jordi Sánchez-Navarro y Daniel Aranda
Grupo de Investigación: GAME - Communication & New Media

Resumen

En el actual contexto social, el juego digital es prácticamente ubicuo. No se trata únicamente de que los videojuegos inunden los comercios y los espacios publicitarios en la grandes campañas de venta del año, o de que las compañías que comercializan dispositivos digitales utilicen los juegos como uno de sus reclamos de venta, sino de que lo lúdico impregna los ámbitos de las relaciones personales, los negocios o la educación con una intensidad desconocida hasta ahora. En relación a este fenómeno, emergen dos discursos: el primero proclama la importancia de lo lúdico y su potencial para generar procesos de innovación cultural y económica en la sociedad actual, y el segundo critica la excesiva presencia de lo lúdico como una amenaza a la productividad en todos los ámbitos de la sociedad (estudios, trabajo, relaciones sociales). La complejidad de la situación merece un esfuerzo de investigación en estudios empíricos que den cuenta de las prácticas, usos, percepciones y actitudes de los ciudadanos frente al juego digital, y del potencial de éste como vector de innovación social y cultural.

La investigación que proponemos tiene un doble objetivo. Por una parte, pretende consolidar el conocimiento sobre la presencia e influencia del juego digital en la sociedad actual, ordenando los conocimientos teóricos y las percepciones y prácticas sociales, culturales y educativas alrededor del juego digital comercial o del empleo de estrategias de ludificación en ámbitos como la empresa o la comunicación institucional. Por otra parte, esta consolidación del conocimiento está orientada a diseñar y difundir propuestas en alfabetización en juego digital, lo que llamaremos Ludoliteracy (en el marco de la media literacy o alfabetización mediática), con el objetivo de dar a conocer y fomentar habilidades, competencias analíticas y capacidades creativas relacionadas con el juego digital a diferentes colectivos (investigadores, educadores, consumidores, comunicadores y ciudadanía en general).

Así, el proyecto tiene como objetivos: (1) Obtener conocimiento académico del juego digital desde una perspectiva amplia, de su práctica y de las percepciones que promueve, que nos permita fijar un cuerpo teórico sobre su potencialidad social, cultural, educativa y (2) Diseñar e implementar productos de difusión de conocimiento que nos permitan: (a) situar y justificar la Ludoliteracy en el contexto de la educación mediática, (b) desplegar conocimiento sobre la situación, las tendencias, las competencias y habilidades que aporta la Ludoliteracy, y (c) fijar objetivos y propuestas de acción en los ámbitos de los medios de comunicación, la comunidad educativa, la ciudadania, las instituciones y empresas del sector, y las instituciones públicas interesadas en el tema.

El impacto de lo digital en la comunicación y las relaciones de los adolescentes

Cap. 6: "El impacto de lo digital en la comunicación y las relaciones de los adolescentes" por Dani Aranda y Jordi Sánchez-Navarro de la Guía para educar saludablemente en una sociedad digital: Las nuevas tecnologías en niños y adolescentes de El portal de la salud y bienestar para las familias del HOSPITAL SANT JOAN DE DÉU.

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¿Pero qué haces tanto tiempo conectado?

El acceso cada vez más temprano al teléfono móvil (se estima que alrededor de os doce años15) y la masiva presencia de Internet en ordenadores personales, tanto los que se encuentran en los hogares como los que se hallan en los centros escolares, hace que la conexión a la red sea la normalidad. Internet es una infraestructura básica como puede ser la electricidad o el agua corriente.
Los adolescentes viven conectados en un mundo conectado. La conexión no es una característica especial de nuestros menores, sino más bien una manifestación
que va en consonancia con el contexto social y cultural que les ha tocado vivir: la Sociedad de la Información y la Comunicación.

A pesar de que la conexión es un hecho social e incluso una oportunidad cultural y política sin precedentes, nuestros menores hacen un uso bastante diferenciado del que pueden hacer los adultos. Sus prácticas digitales no vienen definidas tanto por la potencialidad que les ofrece la red (contrastar información, acceso a infinidad de recursos culturales,…) como por sus necesidades en consonancia con su etapa evolutiva o ciclo vital: la adolescencia.
Las normas familiares sobre el tiempo de conexión, el tipo de contenidos o el lugar que ocupa lo digital en el hogar no debe ser tanto un asunto de reglas o recomendaciones concretas que las familias deben aprender e implementar sino que, más bien, deben ser la extensión natural del régimen de valores, normas y confianza que ya hay en el hogar.
Los adolescentes viven digitalmente inmersos en contacto permanente con sus iguales y sus propios recursos culturales a través de sus dispositivos móviles, ordenadores o tabletas. Sus prácticas comunicativas y culturales son personales, privadas y se escapan de los contextos regulados por los adultos. Este hecho es el que hace que las tecnologías digitales orientadas a la comunicación sean tan atractivas para los adolescentes.
Aun en el caso de que el tiempo que dediquen a ver la televisión sea superior al que dedican a Internet, los adolescentes y jóvenes consideran que ver la televisión es un hábito del pasado y que el ordenador es un dispositivo mucho más adecuado a sus necesidades.
Nuestros datos muestran que los jóvenes perciben el consumo televisivo como una actividad vinculada a los espacios comunes dentro del hogar y a una oferta, variedad y horarios determinados por intereses diferentes a los suyos. Por otra parte, perciben el consumo de medios y contenidos a través de Internet como una actividad más libre, es decir, menos regulada por los padres, y que se adapta mejor a sus necesidades sociales, culturales y psicológicas (Aranda, Roca, Sánchez-Navarro, 2013).
Internet es un medio fundamental para el ocio de los menores y los jóvenes. Este entretenimiento aparece claramente vinculado a la autoexpresión de los usuarios, y esa autoexpresión está a su vez vinculada a una orientación lúdica del uso de Internet. En ese cruce de entretenimiento, autoexpresión y orientación lúdica aparece un uso característico de los medios por parte de los jóvenes y hace necesario un reenfoque de aspectos como la educación en medios y las recomendaciones sobre su consumo. Además de la red, los videojuegos, en sus diferentes formas, son un entorno natural de sociabilidad, autoexpresión y aprendizaje. Un entorno, también, orientado a lo lúdico.

LUDOLITERACY: Informe sobre la alfabetización mediática en el juego digital. Experiencias en Europa



La ludoliteracy tiene como finalidad potenciar las capacidades y competencias analíticas, reflexivas y creativas alrededor del juego digital. Se trata, en conjunto, de propuestas que permiten al ciudadano (joven o adulto, profesional o usuario) y a la sociedad en general ser más conscientes de nuestros propios placeres, tener capacidad crítica y competencia creativa en el campo específico de los juegos digitales.

El objetivo final del informe es ofrecer recomendaciones en un campo socialmente controvertido y económicamente situado a la cabeza de las industrias culturales pero institucionalmente emplazado en los márgenes de las políticas educativas estatales y europeas.

El informe recoge 18 experiencias, proyectos, actividades, investigaciones o políticas más significativas que se realizan en Europa relacionadas con la alfabetización mediática en el contexto de los videojuegos (ludoliteracy).

descarga el informe

La idiotez no tiene límites: videojuegos y Satán

Josue Yrion, un predicador evangelista sin pelos en la lengua ni neuronas en la cabeza que se atreve a decir cosas como estas:

"...los Nentendos, Segas, Supernintendos, Playstations, Whatever... Los Japeneses descubrieron, hermanos, que jugar e la máquina del nintendo, preste atención, por la sensibilida de la lusssss, y por fijar la vista en la línea magnética y electrónica del nintendo por la velocidad de ella, producirá epelepsia incurable en la vida de tu hijo.
Te voy a enseñar algunos Nintendos que tu vas a caer de la silla, ¡Agarrate! cosa que usted nunca ha oído antes como usted oyó de Disney. Mire este Nintendo, Recident Ivol, ahora si Broder quédate ahí en la cama porque todos quieren que lo saques bien, Recident Ivol: El Mal, esta Adentro de Ti. Ese es un Nintendo el mal, te posee, tu estás esclavo del mal, eres, eres martirizado por el mar, sirves el mal..."

Vale la pena perder un rato de tu tiempo en ver el clip completo. Es tan delirante que no tiene desperdicio. Muy recomendable.


Los videojuegos también sirven para aprender

¿Los videojuegos pueden ser algo más que entretenimiento? ¿Se pueden ver como una fuente seria de aprendizaje?
Los professores de la UOC Daniel Aranda y Jordi Sánchez Navarro nos dan algunas claves para entender la relación entre los videojuegos y la educación.